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En la actualidad enfrentamos un gran reto: diseñar alternativas que permitan a los colaboradores de las organizaciones fortalecer de manera constante sus hábitos de ahorro. Las presiones económicas forman parte de la vida cotidiana, pero cuando se construyen mecanismos accesibles, fáciles de implementar y que otorgan beneficios adicionales, el interés colectivo se ve fortalecido.
En este contexto, las Cajas de Ahorro que se constituyen dentro de las empresas representan una de las prácticas más efectivas para impulsar la cultura del ahorro y mejorar el bienestar financiero de los trabajadores, tanto en el presente como en el futuro.
El bienestar financiero de largo plazo comienza con un manejo responsable de las finanzas actuales. De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera 2023 (ENSAFI), el 48.4% de la población de 18 años o más declaró tener “mucha” preocupación por sus deudas; al segmentar por género, la cifra alcanza el 53% en mujeres y 42.9% en hombres.
Frente a este panorama, contar con una Caja de Ahorro dentro de la empresa se convierte en un mecanismo eficaz para reducir la carga de deudas y, al mismo tiempo, fomentar la disciplina del ahorro. Hoy en día, este beneficio es altamente valorado por los colaboradores, ya que genera tranquilidad financiera y confianza en su entorno laboral.
1. Acceso a financiamiento accesible
Los colaboradores pueden obtener préstamos a tasas de interés más bajas que las ofrecidas por el sistema financiero tradicional, lo que facilita la liquidación de deudas y la atención de necesidades inmediatas.
2. Ahorro seguro y con mejores rendimientos
Los recursos aportados generan rendimientos superiores a los de las cuentas de ahorro convencionales. Esto se logra porque los intereses que pagan los préstamos otorgados se distribuyen entre los propios ahorradores, incrementando así la rentabilidad de sus aportaciones.
3. Beneficios fiscales
De conformidad con el artículo 93, fracción XIII de la Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR), los recursos que los trabajadores reciben de las Cajas de Ahorro están exentos del pago de ISR. Esto representa un rendimiento adicional frente a otros vehículos de ahorro.
4. Fomento a la disciplina financiera
Al descontarse de manera automática vía nómina, los colaboradores desarrollan el hábito del ahorro sin necesidad de esfuerzos adicionales, lo que promueve la educación financiera en la práctica.
5. Sentido de pertenencia y cohesión laboral
La constitución de una Caja de Ahorro con participación activa de empresa y trabajadores fortalece la confianza mutua, fomenta el compromiso con la organización y contribuye a un mejor clima laboral.
6. Apoyo en la planeación patrimonial
El ahorro acumulado puede destinarse a metas estratégicas para los colaboradores, como la compra de vivienda, la educación de los hijos o el inicio de un plan complementario de retiro.
La creación de una Caja de Ahorro empresarial no requiere autorización previa de ninguna autoridad, ni exige que la empresa realice aportaciones económicas obligatorias. Cada organización puede definir las reglas de funcionamiento mediante un reglamento interno, siempre que se cumpla con la normatividad fiscal vigente para conservar sus beneficios.
Las Cajas de Ahorro empresariales son más que un mecanismo financiero: representan una herramienta de inclusión, cohesión y desarrollo que combina la posibilidad de acceder a créditos accesibles con la construcción de un ahorro sólido para el futuro. Es por eso que, en SURA Investments, creemos que implementarlas significa brindar a los colaboradores seguridad, confianza y mejores perspectivas de bienestar financiero, lo que se traduce también en organizaciones más productivas, comprometidas y estables.
Su flexibilidad y ventajas fiscales las convierten en un vehículo ideal para fomentar la educación financiera, mejorar la calidad de vida de los trabajadores y fortalecer la relación empresa-colaborador.