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Análisis de mercado
El Congreso del Perú aprobó este 10 de octubre la moción de vacancia contra la presidenta Dina Boluarte, con 122 votos a favor, alegando “incapacidad moral permanente”. Este hecho agrega un nuevo capítulo a la prolongada inestabilidad política del país, pero hasta ahora no altera los fundamentos macroeconómicos que han sostenido a Perú este último año.
Por ahora, desde SURA Investments, mantenemos una postura cauta, sin realizar cambios en el posicionamiento. Preferimos esperar señales de consolidación política y de estabilidad en la transición antes de considerar ajustes en las exposiciones locales. El escenario base sigue siendo de estabilidad macroeconómica, aunque con mayor atención al riesgo político conforme avance el ciclo electoral.
Esta destitución se produjo en medio de una creciente presión política derivada de los casos de presunta corrupción y de la crisis de seguridad ciudadana, marcada por el aumento de homicidios y extorsiones en el país. Entre los escándalos que rodeaban su gestión destaca el caso “Rolexgate”, relacionado con relojes de lujo sin explicación acorde a sus ingresos, además de cuestionamientos por el manejo de protestas y presuntas violaciones a los derechos humanos.
La destitución tuvo lugar pocos días después de nuevas manifestaciones en Lima y otras ciudades, convocadas por organizaciones sociales y sindicatos en protesta por la inseguridad, el costo de vida y las denuncias de corrupción contra el gobierno, y tras el ataque armado de esta semana contra el grupo musical Agua Marina durante un concierto en el Círculo Militar de Chorrillos (Lima) hecho que generó conmoción nacional y fue considerado el punto de quiebre que precipitó la decisión del Congreso. En conjunto, la salida de Boluarte representa el séptimo cambio presidencial en menos de una década, en un contexto de inestabilidad institucional persistente.
Boluarte no se presentó ante el Congreso para ejercer su defensa y calificó el proceso como “inconstitucional”. En la misma sesión, el presidente del Congreso, José Jerí, asumió la presidencia interina, comprometiéndose a garantizar la continuidad institucional y a mantener el calendario electoral, con elecciones presidenciales previstas para abril de 2026.
Así, en SURA Investments prevemos que, a corto plazo, el foco del mercado estará puesto en la capacidad del gobierno interino para mantener la gobernabilidad y en el tono del debate político de cara a las elecciones presidenciales de abril de 2026. La atención se centrará en la definición de las candidaturas y en la orientación económica de las principales fuerzas, en un contexto donde la fragmentación parlamentaria y el descontento social siguen siendo factores de riesgo.
En términos macro, Perú mantiene una posición relativamente sólida, con inflación dentro del rango meta y cifras de actividad económica que han superado las expectativas. Estos elementos han permitido que el sol y los activos locales se mantengan estables a pesar del ruido político. Sin embargo, consideramos que la incertidumbre institucional podría aumentar la volatilidad si el proceso de sucesión deriva en conflictos entre poderes o si se intensifican las protestas.
Este es un asunto del que seguiremos muy atentos desde SURA Investments, para acompañar a nuestros clientes a tomar las mejores decisiones de inversión, incluso en contextos de incertidumbre.
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